Cuando compramos algo nos gustaría que permaneciera con nosotros para siempre y en perfecto estado, por supuesto. En este sentido, si adquirimos un coche nuevo, claro está, que deseamos que sea invencible; pero, lastimosamente, nunca llega a ser realidad y esto se debe a diversas razones.
Como cualquier otro bien que pertenezca a nuestro patrimonio, lo principal es cuidarlo y darle un uso apropiado. Esto incluye realizar el respectivo mantenimiento preventivo, según las indicaciones de los fabricantes y de los expertos en el sector automotriz. Asimismo, aun llevando el vehículo a las revisiones pertinentes y cumpliendo a cabalidad las instrucciones del taller de servicio, es factible que algunas piezas se averíen y deban ser sustituidas.
Un coche está compuesto por muchos sistemas y elementos, que se pueden estropear por separado o fallar a consecuencia de una irregularidad de otras partes. Juegan entonces un papel esencial los recambios que se utilicen, con lo cual se alarga o acorta el tiempo de vida del vehículo en general.
Accidentes automovilísticos
Además de los problemas mecánicos que enfrentan los vehículos, la mayoría se ve involucrado el algún accidente de tráfico. Están los que afectan solo la carrocería y con un trabajo en la chapa quedan otra vez como nuevos; no obstante, hay variedad de casos en los cuales se ven afectadas otras piezas internas. La peor situación es cuando se perjudica al motor, dado que es una parte de elevado coste, tanto en lo que se refiere a la reparación como a la reposición lo dañado.
Cuando ocurre un accidente y no se dispone de un seguro que cubra el 100 % de los daños, hay que hacer un análisis de la conveniencia de repararlo. Lo primero que se debe hacer es investigar las opciones con las que se cuentan, por ejemplo, hay repuestos nuevos, pero también están a disposición los de segunda mano a través de los famosos desguaces.
Los desguaces se han popularizado mucho actualmente porque han evolucionado y han pasado de ser un montón de chatarras llenas de suciedad a establecimientos ordenados y que cumplen con regulaciones medio ambientales y de procesos de seguridad para garantizar a los compradores calidad. Sus precios son muy bajos, en comparación a los repuestos nuevos, y, además, la variedad de piezas es otro punto a su favor.
Sin embargo, a veces, aun buscando presupuesto con dicha alternativa, el coste de recuperación del coche es muy elevado. Esto puede presentarse por fallas mecánicas o por un accidente automovilístico. Lo cierto, es que se debe ser inteligente y no gastar dinero en un vehículo que traerá pérdidas o riesgos. En ese caso, lo mejor es usar los desguaces, pero para venderlo.
Para tener una idea de cuánto podemos recuperar, se puede solicitar una tasación gratuita mediante la web http://www.cochesparadesguace.com/
